Los estudios realizados en plantas terrestres autóctonas recogidas en el entorno de la antigua mina Mónica de Bustarviejo (Madrid) han mostrado altos niveles de cadmio, cobre, plomo y cinc, y muy elevadas concentraciones de arsénico, principalmente en las raíces, aunque algunas especies presentaron mayores concentraciones en la parte aérea.
El objetivo de estos análisis consistió en determinar el contenido de especies tóxicas, y así comprender cómo las plantas con elevadas concentraciones de arsénico pueden sobrevivir en estos medios sin mostrar síntomas de toxicidad.
El método desarrollado permitió diferenciar entre las especies de arsénico presentes bajo la forma de iones sencillos, de mayor movilidad, y el arsénico más fuertemente enlazado a componentes estructurales.
Otra buena noticia para el medioambiente
Y tan buena noticia!!! sigue Marta sigue!!!
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